En al menos cuatro ocasiones se llegó a superar en el Pleno de ayer lo que un Alcalde -Presidente debería permitir. Cuando el encargado de moderar una reunión resulta ser el menos moderado de los reunidos, entonces la moderación da paso a otra cosa.
Resulta inadmisible y hasta humillante para los vecinos que nuestros representantes públicos se manejen en un Pleno con la zafiedad con la que lo hicieron ayer algunos.
El alcalde y algunos concejales han de comprender que deben guardar un mínimo de respeto a la institución y a sus representados, debiendo abstenerse de cierto tipo de comentarios y actitudes.
En el Pleno de ayer escuché cuatro frases que sobrepasaron lo que yo entiendo por decencia política. No entrecomillo porque las cito como las recuerdo, no grabé el Pleno.
1. Lucas Bravo a Victoria Casas: La veo más flaca, ¿está siguiendo la dieta del cucurucho?. La alusión en un pleno al aspecto físico de un concejal, con motivos claramente discriminatorios me parece fuera de lugar. Lo del cucurucho, mejor ni pensar que pudiera ser intencionado.
2. Juan Umpiérrez a Dominica Fernández: Su presidente tiene cara de bueno, con esas cejas y esa cara que recuerdan a la de un humorista inglés. Esto por lo visto lo dijo para intentar rebatir un argumento político de Dominica que lo había dejado descolocado. Vuelve a ser una alusión al aspecto físico en tono de burla y descrédito, una vergüenza de argumento.
3. Lucas Bravo al Pleno: En Santa Brígida veo todos los días ratas paseando. Dado que dudo que el alcalde sea el único vecino que ve todos los días ratas de esas, con cuatro patitas y cola, entiendo que estaba hablando de personas que no son de su agrado. ¿Un alcalde que llama ratas a sus votantes? Increíble pero cierto. Lo malo es que el resto de concejales parece estar tan acostumbrado que nadie fue capaz de llamarle la atención por malcriado.
4. Lucas Bravo al Pleno, a cuento de las notificaciones de sentencias, y ésta creo que sí es literal, “Debemos alegrarnos porque la inmensa mayoría de las sentencias son favorables al Ayuntamiento frente a los trabajadores, particulares y empresas que intentan menoscabar la economía del municipio”
Esto merece comentario aparte, ¿cómo que los trabajadores y particulares emprenden acciones legales para menoscabar la economía del municipio? Eso es un sinsentido, los trabajadores y particulares emprenderán acciones legales para defender los derechos que ellos entiendan que les corresponden frente al Ayuntamiento. El alcalde prácticamente demoniza y trata de salteadores a los que recurren a la justicia. Inverosímil, preocupante, dictatorial… una reverenda machangada.
Puedo entender que lo del cucurucho fue una bobada que le salió como le podría haber salido otra cosa de la boca, lo de Juan me parece propio de alguien sin preparación, pero lo de las ratas y éste último comentario me parece como de otra época, y ustedes podrán imaginar a cuál me refiero.
Voy a dejar de escuchar los plenos, porque esto acaba con el buen humor de cualquiera.