jueves, octubre 8

ESTAMPAS DE NUESTRO PUEBLO

Cierta tarde de cielo gris (no recuerdo si había viento de levante o no), tirando por esa carretera que nos lleva a El Gamonal me encontré con la estampa del desamparo.




Un perro. De cerámica. Triste. Abandonado a su suerte junto a unos bidones de basura. Simplemente por ser viejo y feo. Incapaz de comprender aún qué había hecho mal. Angustiado por desconocer por qué su amo lo dejaba tirado como una colilla en plena vía pública.

De todas formas, aún queda un resquicio de esperanza para los que confiamos en la bondad de la raza humana. El abandonador de perros tuvo la delicadeza de dejar al animalito fuera del cubo de basura, seguramente no por dejadez sino movido por un sentimiento de profunda compasión. Tal vez con ello quiso proporcionarle al chucho una segunda oportunidad. Tal vez su lánguida mirada de cerámica lograra cautivar a otro con más corazón que yo y haya logrado un hogar en el que terminar sus días gozando del cariño de otra familia.

Si alguien lo tiene en su casa o lo ha visto en casa de una tía abuela, que mande una foto del bicho junto a un periódico reciente, necesito saber que está bien para que mi conciencia pueda descansar.
Y para terminar, una prueba de agudeza visual. Encuentra las siete diferencias:


4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y eso no va al punto limipio?

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Chile!
casino

Anónimo dijo...

Muy buen articulo, estoy casi 100% de acuerdo contigo :)

Anónimo dijo...

Saludos, muy interesante el articulo, espero que sigas actualizandolo!